miércoles, 17 de septiembre de 2008

San Fernando tendrá Teatro y Centro Cultural Municipal

Ministra de Cultura se reunió con alcalde Juan Paulo Molina
DIARIO VI REGIÓN

San Fernando tendrá Teatro y Centro Cultural Municipal

La inversión para este proyecto supera los 390 millones de pesos en ejecución y equipamiento, que permitirán la habilitación de un recinto moderno de tres pisos y con espacios para el teatro, la danza, pintura, música, salas de ensayo y grabación, y cafetería, entre otras.

San Fernando es probablemente, una de las comunas de la Región que genera una gran cantidad de eventos y actividades artísticas culturales. Prueba de ellos es el tremendo trabajo que se desarrolla desde la Casa de la Cultura, donde se ejecutan a diario más de 20 talleres dirigidos a un variado público en diversas expresiones.
Es así que ayer en conferencia de prensa desarrollada en el municipio sanfernandino, se dio a conocer de boca del alcalde Juan Paulo Molina, y la propia Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, que San Fernando tendrá próximamente, un nuevo teatro y centro cultural.
Cómo concentrar en un lugar apropiado la danza, el teatro, la música, la pintura, entre otras expresiones, era a juicio del alcalde Molina, un gran desafío para la comuna considerando que San Fernando se ha destacado incluso a nivel nacional en estas disciplinas "Este proyecto se venía trabajando desde hace algún tiempo, un proyecto que permitiera la remodelación y reconstrucción del Cine para transformarlo no sólo en un Teatro, sino que en un Centro Cultural que de cuenta de estos espacios para la comunidad sanfernandina".
"La comuna de San Fernando tendrá un teatro y contará en pocos meses más con un verdadero Centro Cultural que responda a las necesidades de desarrollo de la comunidad a esos espacios donde poder capacitarse, aprender, formarse, encontrarse y al mismo tiempo aquellos espacios necesarios y correctamente habilitados para la expresión y el goce de distintas manifestaciones artísticas y culturales", señaló la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, al darse a conocer por parte del arquitecto encargado del diseño del proyecto, la magnitud que tendrá esta edificación.
La moderna edificación de tres pisos que seguirá la línea arquitectónica art nuveau contará con espacios para una Sala de Teatro, la cual tendrá una capacidad de 231 personas en el primer piso y 149 personas en palco, la que estará abierto para todas las expresiones del arte en movimiento: danza, música, teatro, folclore, entre otras.
Por otra parte, se habilitará una Sala de Ensayo la que será ubicada en el tercer piso, tiene una capacidad para 75 personas, la que se constituirá en un espacio para el ensayo principalmente para las 30 agrupaciones de teatro existentes en la comuna y para la orquesta sinfónica, el coro polifónico, las agrupaciones de rock, y otras agrupaciones relacionadas con la música, principalmente.
Existirán tres salas habilitadas específicamente para pintura, música y fotografía.
Sala de grabación para todas aquellas agrupaciones principalmente musicales que lo requieran.
Se contempla la existencia de una sala de exhibiciones para todas aquellas exposiciones audiovisuales: pintura, arquitectura, fotografía, entre otras.
Sala de reuniones en tercer piso y Cafetería abierta al público y destinada especialmente a la realización de café concert, cafés literarios, peñas folclóricas y actividades similares.

"Yo agradezco profundamente, al municipio y a su alcalde, por haber hecho de este proyecto una Tarea, dado que es un proyecto tan visionario y tan completo que logrará transformar este cine, hoy por hoy, en un verdadero Centro Cultural con espacios para el desarrollo de artes visuales, de teatro con estudio de grabación, espacios multifuncionales, un lugar de encuentro; es un proyecto muy contundente que con la visión y la inversión de la Municipalidad más el apoyo y la asociatividad con el programa de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, vamos a hacer realidad para la comunidad de San Fernando, su Centro Cultural, el que se merece, por lo que estoy muy sorprendida ver como una comunidad goza con el arte", indicó la Ministra Urrutia.
Posterior a la conferencia, se realizó un recorrido a las dependencias del cine que próximamente, serán remodeladas, donde a la comitiva integrada por el alcalde y la ministra se le sumaron parlamentarios, concejales y actores culturales de la ciudad.

"Hoy, con la visita de la Ministra, estamos concretando un tremendo sueño, anhelo y proyecto de la comuna que es el contar con un recinto que sea capaz de acoger la gran cantidad de actividades culturales y artísticas de nuestra gente, por lo que hoy hemos invitado a representantes de la cultura y el arte local a que nos acompañaran en la presentación y entrega de este proyecto a la ministra, el que ciertamente, traerá innumerables beneficios a la comunidad"./

Enviado el Jueves, 25 septiembre a las 13:40:49 por admin






Solicitan recursos para restaurar Teatro Municipal de la capital de Colchagua.
Fecha Jueves, 04 agosto a las 10:51:49
Tema Crónicas

A través del Fondart
Casa de la Cultura Recibió Recursos para Sala de Teatro

El alcalde Juan Paulo Molina Contreras, junto a los concejales Roberto Quinteros, Enrique Díaz, el Secretario General de la Corporación Municipal (s), Cristian Toro, la Jefa de Secplac del municipio, Geraldine Fuentealba, y el Director de la Casa de la Cultura, Alfonso Peña, participaron en la entrega de los recursos del FONDART por parte del Director Regional del Consejo de la Cultura y las Artes, Héctor Henríquez, para la implementación de una sala de teatro y formación de monitores en esa área para la Casa de la Cultura de San Fernando.
La sala de teatro se construirá e implementará con una inversión de 8 millones de pesos; en tanto, para la formación de monitores de teatro vinculados con colegios pertenecientes a la Corporación Municipal se destinarán 3 millones 500 mil pesos.
Alfonso Peña, director de la Casa de la Cultura, feliz y agradecido por esta inversión expresó “con estos recursos se habilitará una sala que permita en la práctica la realización de clases y talleres, como también para la presentación de obras de teatro, con los requerimientos y necesidades propias de una sala de estas características. Construiremos un buen escenario, y se pondrá un cortinaje ad hoc, butacas, etc. Armaremos un espacio armónico que reúna las condiciones aptas para disfrutar, en conjunto con toda la comunidad, de una pieza teatral”.

Proyecto Teatro Municipal
Por otra parte, el edil sanfernandino, agradeció los recursos destinados por el FONDART; además planteó otros temas imperiosos como la necesidad del mejoramiento, equipamiento y restauración del Teatro Municipal de la ciudad, ya que actualmente requiere de manera urgente una modernización completa para atraer al público y que le permita sustentarse en el tiempo, volviendo a provocar un impacto positivo para la cultura, atrayendo a los habitantes de San Fernando y de la Provincia de Colchagua.
En tanto, el Director Regional del Consejo de la Cultura y las Artes, Héctor Henríquez, mostró toda su disposición para apoyar esta iniciativa en llevar a cabo la reparación del Teatro Municipal, “San Fernando tiene espacios de desarrollo importantes como la Casa de la Cultura, el Salón Paul Harris, el Museo Lircunlauta; es por tal motivo, que presentaremos el proyecto para obtener los recursos, y de esta forma, restaurar el Teatro, pero para realizar este sueño que todos anhelamos debe existir un plan cultural que respalde este propósito”.
Otro tema que destacó Juan Paulo Molina, fue la urgencia de adquirir nuevos instrumentos para la Orquesta Sinfónica Juvenil perteneciente a la Casa del Cultura, indicando “queremos fortalecer a estos jóvenes que en todos los eventos artísticos nos representan muy bien. Ellos necesitan pasar a una etapa profesional y para ello requieren de otros clarinetes y flautas”.-


DIARIO VI REGIÓN
ENCARGADOS VAN A ESPERAR HASTA AGOSTO
Medida seria por poco interés en asistencia



Cine Star Cerraría Sala en San Fernando

La administración del Cine Star de San Fernando, dio a conocer que debido al poco interés de la ciudadanía por acudir a la sala, se verán en la obligación de cerrarla. El costo es muy alto para traer películas lo que les hace muy difícil seguir exhibiendo cintas cinematográficas con la cantidad de espectadores que llegan cada semana al cine, aseguran los encargados de la sucursal de San Fernando.
La nueva administración se propuso cambiar la forma de hacer cine y traer los estrenos de Santiago lo más pronto posible a esta ciudad; sin embargo, el interés y la respuesta de la comunidad no fue el esperado. “San Fernando, no destaca precisamente por tener muchas entretenciones y por eso extraña de sobremanera, el poco incentivo por el espectáculo, tomando en cuenta que las películas que se exhiben en la ciudad, son las mismas que están en cartelera en los principales cines y salas de la capital”, argumenta la administración.
Pero la última palabra no se ha dicho. Agosto será el mes clave para decidir. Todo está en las manos de la propia comunidad y de ella dependerá si en San Fernando, la capital de la provincia de Colchagua, y la segunda ciudad más importante de la Sexta Región, continúa o no esta moderna sala, como lo es el Cine Star.
En todo caso para el próximo mes se anuncian películas como Batman, Madagascar, Guerra de los Mundos y los Cuatro Fantásticos. La entrada los días viernes, sábado y domingo cuesta 1.500 pesos y de lunes a jueves el valor es de sólo mil pesos.- (R.S.H.C.).
Enviado el Domingo, 24 julio a las 20:05:36 por gonzalo

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martes, 16 de septiembre de 2008

MUSEO LIRCUNLAUTA - SAN FERNANDO

La Coctelera
MUSEOS Y GALERIAS
ARTE, HISTORIA Y OTRAS YERBAS
15 Octubre 2006

La hacienda como espacio Museográfico

La sexta región del Libertador Bernardo Ohiggins se ha visto irrumpida por la presencia de un nuevo turismo cultural, que intenta rescatar del aparente olvido el espacio en donde se gestaron nuestras oligarquías de apellidos vinosos: La hacienda, espacio arquitectónico que constituyó una unidad de producción, fundamentalmente de trigo durante el siglo XVIII, período en que se exportaba al virreinato del Perú.

La hacienda chilena de la zona central, que si bien fue el eje constructor de lo que hoy son parte nuestra oligarquía, ha terminado derrumbada por su propia clase, quienes hoy constituyen el nuevo orden en el campo chileno: Las viñas. Llama la atención que estas grandes empresas, que podrían tener su origen en la producción casera de vino, propia de toda hacienda, ha renegado su pasado, - ya que espere ingenuamente-, algún aporte económico en pro de polos de crecimiento que no sea su bolsillo, es decir cultura. Sabemos que Cardoen, ha sido lo suficientemente astuto para explorar este nicho e instalarse en la zona, no obstante es el único que se ha apropiado del capital simbólico de la zona huasa.

Lo señalo luego de visitar la increíble hacienda museo de Lircunlauta, hacienda que gracias a la comunidad no fue derribada en pro del progreso urbano, de un plano regulador que arrasaba con la hacienda. El museo Lircunlauta es principalmente un espacio arquitectónico, auténtica casona colonial chilena construida entre 1710 y 1730 , esta estancia dio origen a la Villa del Real de San Fernando de Tinguiririca, y es recientemente Monumento Nacional,- condición que no sabemos muy bien, si es para reir o llorar- .

La hacienda alberga una colección, cuyo valor es haber sido donada y recolectada por la comunidad. Un sin fin de objetos, artefactos de San Fernando del siglo XX, además de una colección de objetos pertenecientes a la biodiversidad de la zona.

¿Qué nos puede llamar la atención de un museo, que en su pobreza y emplazamiento es similar a tantos museos regionales y comunales? Es el trabajo museográfico, de tres salas temáticas: La hacienda y la ciudad, Más allá del rodeo, Ocupación del territorio, trabajos financiados por el Fondart, para la puesta en valor de una colección sin particularidades, pero que en su guión nos permite comprender la historia local de San Fernando, efecto que se lo quisiera el museo Histórico Nacional. El guión fue realizado por un equipo formado por Militza Agusti, quien interviene la sala con vitrinas e iluminación sincronizada junto con un guión de audio que nos relata la temática de la sala. Solución que ahorra recursos en guías y permite captar la atención de objetos y de historias, que al principio no nos interesan.

Esta sala es una cápsula de creatividad frente a los paupérrimos recursos, incluso supera ampliamente las expectativas. Lástima que los recursos de este año no fueron ganados en el Fondart, para poder implementar el nuevo guión de los uruguayos sobrevivientes del accidente aéreo, historia que forma parte de la memoria colectiva de San Fernando. Historia por consiguiente sin financiamiento.

REVISTA CÍRCULO URBANO


SAN FERNANDO - Casa Patronal Donde Funciona Museo Lircunlauta Cumple Tres Siglos de Historia

El 30 de mayo, la casa fundacional donde se implementó el Museo de Lincunlauta, que significa Entrada Hermosa, cumplirá 3 siglos de historia, en este sentido la Directora del Museo, Luz Contreras, señala al Mundo Rural que “Esta es la única casa Fundacional que queda en Chile, fundacional significa que la casa existía mucho antes que se fundara la ciudad, y que el 30 de mayo cumplirá 300 años.
Las tierras fueron donadas al Gobernador José Antonio Manso de Velasco, por el criollo y hacendado, Juan Jiménez de León y Mendoza, tierras que se encontraba en el Camino Real a la Frontera”.

MUSEO LIRCUNLAUTA
EXPOSICIÓN 5 SEP 2008
1º muestra del grupo Taller Tres en el museo lircunlauta


Rutas Patrimoniales región de O'Higgins II

Rutas la Frontera y Corregimiento de Colchagua
Escrito por Analía Carvajal

Este invita a recorrer una época lejos del ruido, que hacen al visitante retroceder en el tiempo y caracterizar el estilo moderno.
Usted podrá visitar diferentes monumentos nacionales en entornos naturales, caracterizados por su arquitectura colonial y neoclásica. En la región de O’Higgins podemos encontrar dos rutas patrimoniales:

Camino Real a la Frontera

La Ruta Patrimonial Camino Real a la Frontera, permite conocer lo que fue el antiguo camino real a la frontera en la colonia. El principal medio de comunicación del reino de Chile desde Santiago hacia la frontera; unía las ciudades de Santiago y Concepción.
Se divide en dos tramos: el primero cubre desde la Cuesta de Chada hasta Rancagua; el segundo, desde Rancagua hasta san Fernando.

Corregimiento de Colchagua

Mediante este recorrido seguiremos huellas de los Promaucaes, indígenas sometidos por el colonizador español y de la cultura rural chilena forjada a los siglos coloniales.
Está diseñada en dos tramos para que sea recorrido en vehículo. A través de este trazado podrá visitar localidades de importancia clave en el desarrollo histórico, cultural y económico de la Sexta Región, y además podrá reconocer parajes de gran valor paisajísticos y natural, manifestaciones materiales como arquitectura típica, evidencias arqueológicas y visitas en lugares emblemáticos en el desarrollo de la identidad huasa propia del Chile central.
El primer tramo comienza en la localidad de San Fernando de Tinguiririca, en el que se encuentra el Museo Lincurlauta, pasando por 22 hitos, siendo el ultimo el pueblo de Zúñiga.

SAN FERNANDO
FUENTE:
CHILE;COM

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Desde 1800 esta ciudad se distingue por sus iglesias y su pasado ligado a Manuel Rodríguez...

Corría el año 1800 y con tan sólo mil doscientos habitantes aproximadamente, se designa al lugar con el nombre que llegaría hasta nuestros días: San Fernando de Buena Vista.. Durante esa época, había tres pulperías, un aserradero, una tahona (donde se molían las espigas de trigo para preparar la harina y después hacer pan), el cementerio y la capilla. La gente vivía para sus trabajos y el Virrey se preocupó especialmente de dejar valiosas obras que se mantienen hasta el día de hoy.

San Fernando posee un clima templado, con temperaturas bien marcadas en cada época del año. Para llegar, sólo basta tomar el metrotren con destino a San Fernando, donde se recorre un refrescante viaje, en el cual se van conociendo las diferentes localidades de la VI región.

Al llegar a este lugar se sorprenderá con sus calles anchas, la variedad de comercio y sus iglesias que datan del año 1800, las cuales se visualizan desde lejos.

El Templo de San Francisco
En la Avenida Manuel Rodríguez, esquina calle Valdivia se encuentra este templo franciscano. Su alta cúpula se divisa desde las entradas norte y sur. Los jesuitas fueron los iniciadores del primitivo templo barroco de perfecta arquitectura, el cual ha vivido los diferentes procesos a lo largo de su vida, como derrumbes causados por fuertes temporales, restauraciones y renovaciones, pero se logra mantener de pie para demostrar a la comunidad el valor de su pasado.

La comunidad franciscana había llegado a San Fernando en los alrededores de la fundación de la ciudad, procedentes de Malloa y construyeron las iglesias que adornan la ciudad, además de oficinas y grandes casonas donde hoy funcionan colegios.

La pequeña plaza que se ubica justo al frente posee el Monumento a Manuel Rodríguez, en honor al guerrillero y patriota, quien fuera primera autoridad de la ciudad. El monumento que adorna la plazoleta fue instalado en 1910, precisamente en ese mismo lugar fueron ahorcados los patriotas que lucharon por la independencia.

Giran muchas historias en torno a este monumento, uno de ellos es el túnel que lo cruza que va desde la Iglesia San Francisco, al frente, hasta el museo casa Lircunlauta y finalmente hasta la Pileta de la Plaza de Armas. Mito o realidad, es cosa de sólo sentarse un rato en este cómodo escenario para compartir y descansar, con un paisaje que tiene como protagonista a la historia la cual se enriquece con los tiempos actuales, complementado con suaves brisas de aire fresco.

Otra Iglesia Parroquial, situada en la actual plaza principal es la Parroquia de San Fernando Rey, que se ubica en el extremo sur-oriente del parque. Es conocida por sus reliquias, que se mantienen hasta el día de hoy, como los primeros libros parroquiales de casamientos, bautizos y entierros. Conociéndola por dentro, destacan sus mezclas de texturas, madera, mármol, vitrales, en el que se presentan distintas figuras para contemplar, como la figura de San Fernando patrono de la comuna, que data del año 1959 y el altar de piedra rosada, elaborada en Pelequén.
Sus fuertes campanas fueron adquiridas en el año 1897, obras que han contribuído a embellecer y mantener este templo parroquial, donde la presencia de treinta y seis párrocos han servido a la comunidad en general. El sacrificio de los feligreses se evidencia cuando se conmemoran las distintas fiestas religiosas del mundo católico y las personas que visitan pueden trasladarse a un sitio mágico, en el que los colores y la luz se sumergen en un ambiente de delicada armonía.

El Día que Me Quieras
Todo lo que hay en San Fernando es de gran importancia. Se han hecho hartos milagros para conservar su arquitectura de lujo y otro de sus emblemas es la Plaza de Armas.

En este lugar, el amor aflora por inercia. Las palomas vuelan libres posándose en la pileta. Los colores de las flores, los árboles y el atardecer, forman una sinfonía. La gente pasa, se detiene, piden deseos a la pileta y las ilusiones afloran dichosas.

La pileta, que ve la Luna en las noches de verano, fue adquirida en París y se instaló en la plaza en la época de 1870. Hoy es un punto de encuentro para esperar un momento grato y para seguir conociendo sus alrededores coloniales, que han sido declarados monumentos históricos como es el caso del Liceo de Hombres Leandro Schilling, el cual se encuentra al frente de la Plaza de Armas.

Caminar por los alrededores de San Fernando es encontrarse con un museo al aire libre, donde los monumentos de distintos tamaños ejercen un atractivo especial y a través de su arquitectura se conoce una ciudad que aporta experiencias de vida diferentes.

Por Paula Orellana






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Tres rostros de pura chilenidad

REVISTA DEL CAMPO
EL MERCURIO
lunes 15 de septiembre de 2008

Arturo Lavín, Pedro Béjares y Álvaro Mecklenburg son tres profesionales, a quienes une su pasión por el campo y las tradiciones. Son ejemplos como rescatadores de la esencia chilena.
ARNALDO GUERRA MARTÍNEZ

Uno es investigador y enólogo, otro ingeniero agrónomo dedicado a la educación, y el tercero, abogado experto en temas tributarios. Pero no se quedaron en eso. La pasión que tienen por todo lo chileno los une. Dedican muchas horas a cultivar y preservar aspectos de las tradiciones - como otros muchos personajes anónimos- y en eso sobresalen.

Arturo Lavín, Pedro Béjares y Álvaro Mecklenburg son ejemplos en el rescate de la identidad nacional.

Si bien no hay una voz cuando se habla del carácter chileno o de lo que significa ser chileno, en lo que sí se está de acuerdo es en que mucho tienen que ver con ello, la cultura y las tradiciones que vienen del campo, porque la agricultura fue durante mucho tiempo la actividad económica principal del país. Y también hay consenso en que la globalización amenaza la identidad chilena.

Pero estos tres personajes realizan una labor que la recupera. Lavín, junto con buscar alternativas para la cepa vinífera país, ha rescatado del olvido a plantas nativas; es criador y presidente de los criadores de caballos chilenos de Cauquenes y escribe columnas costumbristas en el portal de los criadores y del rodeo. Béjares es director de la Escuela Agrícola San José de Duao, con la que junto a un adecuado nivel técnico le ha dado una impronta huasa, compite en los rodeos y tiene un criadero, además de contar con una importante colección de espuelas chilenas y de chamantos. Mecklenburg viene integrándose este año a las competencias corraleras, pero ya el año pasado editó el libro 'Alma huasa'.

Arturo Lavín, un Quijote en Cauquenes


ARTURO LAVÍN ACEVEDO se vale de la agronomía para resumir el problema de pérdida de identidad por el impacto de la globalización: "El frutal, aunque sea de la variedad más moderna, nunca debe perder sus raíces. Nosotros estamos adquiriendo raíces extrañas... Nos tienen medio injertados", dice.

Lo suyo es el rescate. En sus casi 38 años como investigador agronómico y enólogo de Inia Cauquenes, creó una variedad de uva a la que bautizó Alba Rosa - "es hija mía total, la hice solito", dice- ; participó en la selección de una levadura chilena que se comercializa a nivel mundial; le busca alternativas de uso a la menospreciada cepa país, entre las que ha propuesto elaborar agraz con el jugo de uvas verdes, además de diferentes jugos e incluso arrope; y ha participado en numerosos proyectos de rescate de flora nativa, como la murtilla, la frutilla o el chagual.

Dice que Chile es el único país que cuenta desde antes de la llegada de los conquistadores con una frutilla de tamaño grande. Amadeu Fresier, un espía francés que anduvo dibujando los fuertes españoles, se llevó cinco. De ellas descienden todas las frutillas que se cultivan hoy en el mundo.

"El drama es que no se ha hecho un trabajo genético para darle una producción más larga como las variedades que se usan ahora. En la U. de Talca están haciendo algo. Pero a nivel del Estado no hay nada", señala.

Pese a que se piensa relanzar algunos de estos proyectos y de que se están patentando los productos y prácticas logradas, poco se ha llevado concretado."Todos los encuentran encachados, pero nadie se tira al agua", añade.

Transplantado

Lavín es nacido y criado en Cauquenes. "Soy cauquenino por la sábana de abajo y la de arriba", señala riendo.

Estudió Agronomía en la Universidad de Chile cuando la escuela estaba en la Quinta Normal, en Santiago. Luego derivó a la enología: sus dos abuelos eran viticultores. En ese tiempo, la mayor parte de las uvas que se producían en el país iban a la producción de vino.

Tras 38 años de actividad, tiene más de 150 publicaciones científico-técnicas en revistas de Chile y del extranjero, pertenece a la Cofradía del Mérito Vitivinícola y recibió el premio Al Mérito Vitivinícola en 1991.

Chilenidad cuestionada

Para Lavín, la chilenidad en esencia es lo campesino, porque la formación de Chile estuvo entre La Serena y Concepción, tierras huasas. "De los más de 6 millones de santiaguinos, debe haber más de 4 millones con raigambre agrícola dos generaciones antes", comenta.

Tiene una curiosa teoría para explicar la pérdida de identidad en el país: Como Chile es ecológicamente muy vulnerable - el 80% de las especies vegetales son introducidas- eso haría a la gente permeable a lo foráneo.

Al entusiasmo patriota de septiembre, no le cree mucho. "Esa cultura del campo no nos marcó mucho. Por eso se baila cumbia para el '18'. Todo lo del '18' lo hallo un poco forzado por los medios, más que por esencia. Hay gente que se viste de huasa, pero eso no es ser", señala.

Para Lavín lo ideal sería que todo el año se dé este tipo de expresiones, como ocurre en España, en que la tradición la viven para Semana Santa, Navidad y otras fechas.

"Ellos tienen una cultura muy arraigada, nosotros por encimita. La chilenidad se vive sólo para las Fiestas Patrias. Antes estaba en torno a las carreras, las trillas, la vendimia y festividades religiosas", señala.

Entre lo que se ha podido salvar, rescata al huaso, sus aperos y vestimenta.

"Entre todos los jinetes latinoamericanos, el único que mantiene la raigambre en su atuendo es el huaso, que se puede comparar con un jinete andaluz o cordobés en la chaqueta, el sombrero, el pantalón, los zapatos, la faja. Los únicos tres elementos que tienen características propias son las espuelas, que son más grandes; el estribo, que es muy distinto, la manta y el chamanto'.

Y frente al embate de tanta comida extranjera, no duda en señalar que no es que los chilenos no sepan cocinar, sino que a la cocina chilena no se le conoce ni se le ha dado importancia que merece. Para eso cuenta del Papa Pío Nono, que vivió en Chile cuando cura, que recibía a los religiosos chilenos muy cariñosamente en Roma diciéndoles: 'Beatis chilensis qui manducam charquicanem', porque le encantaba el charquicán, que es un plato hecho sólo con productos americanos de antes de los españoles, con papas, maíz, charqui y zapallo.

Lavín cría caballos desde 1966, antes de titularse y eso lo ha llevado tanto a participar en rodeos como en la dirigencia de los criadores de caballos chilenos.

Ahora prepara su retiro de la investigación agrícola a fines de año.

Lo esperan libros de historia, que son su nuevo interés, y muchas hojas en blanco a la espera de lo que escribirá sobre el caballo, el rodeo, tradiciones huasas y chilenidad.

Pedro Béjares.


Ataque en dos frentes: juventud y antigüedades

DESDE NIÑO PEDRO BÉJARES se obsesionó por las espuelas que veía en el campo de su abuelo materno en San Fernando. Le sorprendían sus diseños, la solidez del metal y su tintinear. Poco a poco comenzó a juntarlas. Primero se las pedía a sus parientes. Después partió una febril búsqueda de formas diferentes o que fueran antiguas. Terminó con una colección de 300 pares de espuelas, otra no despreciable cantidad de frenos y no pocas mantas y chamantos corraleros.

"La única parte del mundo, creo, donde las espuelas son tan grandes es en Chile. En el resto usan espuelines, que son mucho más dañinos para el caballo", señala Béjares, quien es el director de la Escuela Agrícola San José de Duao.

En los 300 pares hay de distintas formas y edades. "Tengo algunas del tiempo de la colonia, de 1600 a 1700'.

Uno de los pares lo valora porque fue un regalo del folclorista Raúl de Ramón. "Hace 30 años, como yo tocaba un poquito de arpa, estuvimos tocando. Él me regaló unas espuelas cogote de gallo, que se llaman así porque el asta es chueca", recuerda.

Este ingeniero agrónomo de la Universidad de Chile también participa en el rodeo. Ha llegado tres veces al nacional de Rancagua, hasta las series. Lo que reclama sí es que el rodeo se ha profesionalizado mucho y eso le quita romanticismo.

"Me gustaba más como era antes, más de amistad, más de familia", señala.

Además, está en la crianza de caballos chilenos con su criadero Cadeguada, nombre que le puso en honor al primer mapuche que habría montado a caballo.

"Hay un montón de caballos míos corriendo, algunos que son bien conocidos y que han estado en el ranking de Chile, como 'Rosqueador' y 'Entonao"'.

Todos los días, Béjares se levanta muy temprano, a las 6:30, y parte a trabajar caballos en su criadero, y de ahí se va a la oficina a resolver los problemas que le plantea administrar una escuela - de la que es director desde hace 26 años- que tiene 120 hectáreas con cultivos de todo tipo, 500 novillos en engorda, frutales y 370 alumnos en el régimen de internado. Por estos días está enfocado en los exámenes de admisión que comenzarán el 14 de octubre próximo.

Aparte de la entrega de elementos técnicos para que los alumnos se desarrollen en el mundo laboral, le ha dado un sello huaso: cuentan con medialuna, en la que se realizan los dos rodeos de la temporada de la comuna de Maule, más otro que involucra a todos los alumnos de las escuelas agrícolas del país.

"Le hemos dado una enfoque acampao. De aquí han salido muchos chiquillos que están dedicados a trabajar caballos; por ejemplo, Felipe González que fue tercer campeón de Chile hace dos años, quien estaba recién egresado de la escuela", señala.

Sin duda, su impronta se nota en esta escuela de corraleros, pero que tiene un distintivo en cuanto a preparación técnica. "Estamos en una zona que tiene de todo. Por eso nuestra preparación tiene que ver con cultivos, viñas, frutales y hortalizas, y también con la engorda de novillos. Esta escuela durante 16 años engordó todos los novillos que eran de la Federación del Rodeo, después de que se usaban en la final de Rancagua", señala.

Los cambios juveniles

A pesar de que la educación no es el camino habitual para un agrónomo, reconoce que igual se siente cerca de la producción agrícola. "Lo bonito es poder educar a chiquillos de sectores bastante apartados", plantea. La idea es que ojalá esos alumnos se transformen en emprendedores. "Al principio casi todos parten como encargados de campo o de paking y, posteriormente, muchos se independizan. Hay otros que siguen Agronomía, aprovechando un convenio que tenemos con la Universidad de Talca y la Del Mar", señala.

Reconoce que las influencias externas son lo suficientemente fuertes como para impactar en las costumbres.

"En general los chiquillos están muy influenciados por las cosas modernas. Pero aún quedan reservorios de chilenidad. Por ejemplo, hay muchos que estudian aquí porque les gusta el campo y las tradiciones. De hecho, existe una academia de rodeo donde participan alrededor de 60 alumnos, en la que realizan actividades para instruirse en los caballos, la alimentación y el herraje.

Álvaro Mecklenburg, con alma huasa


EL CAMPO DE LA FAMILIA fue lo que acercó a Álvaro Mecklenburg a las tradiciones. En la zona de Pemuco, Chillán, en plena zona huasa, su bisabuelo tenía un campo pequeño. "Mi abuelo, mi papá, yo, y ahora mi hijo, crecimos yendo de vacaciones allá.Hay una casa colonial vieja, cosas de campo y un gran contacto con las tradiciones. Supongo que por ahí vienen las raíces que uno tiene metidas y que, de pronto, se despiertan", señala.

Ahora con más independencia y tiempo, más una fuerte presión de su hija Francisca, de 11 años, incursiona en el rodeo.

"Mi hija menor es fanática de los caballos. Casi todos los fines de semana quería que nos fuéramos al campo, pero Chillán no está al lado. Encontré en Lo Barnechea un lugar con pesebreras para tenerlo y le compré un caballito", cuenta.

Después en contacto con los petiseros comenzó a meterse en el mundo de los rodeos y vino el entusiasmo. A tal punto que en el centro ecuestre donde tenía su animal terminó haciendo una medialuna.

"Compramos las puertas de la de Lo Barnechea y ahora tenemos una medialuna bien 'encachá'. Compramos novillos toperos y completé dos años en esto, hasta que me largué a correr ahora", comenta.

No apuesta por cuáles van a ser los resultados, pero ya está debidamente inscrito en la Federación y corre por el club Colina.

La culpa también fue de Marcelo Jorquera, un jinete reconocido que estaba medio retirado. Mecklenburg no está seguro de quién entusiasmó a quién, pero el hecho es que la nueva collera ya está conformada.

Los caballos los han ido comprando de a poco, con el consejo de los que saben, como Jorge Inostroza. Ya tienen a "Choclo", "Romadizo", "Renoval" y "Aplaudida".

Pero Mecklenburg tiene un problema. No le acompaña su apellido. "Lo más entretenido es cuando anuncian por los parlantes de la medialuna: 'Corren Jorquera y.... y se quedan callados. No pueden leer... y cada semana el apellido es diferente".

La contribución

A pesar de que recién está integrado a este círculo, ya hizo una contribución.

Mecklenburg es abogado especialista en temas tributarios. Es socio y trabaja hace 15 años en Deloitte. En esa condición, el año pasado propuso a la empresa escribir y editar el libro "Alma huasa". A fines de diciembre salió como regalo para los clientes y amigos de esa firma especializada en auditorías.

"Lo hice con una periodista. Y la idea fue traspasar a la gente algunos conceptos de chilenidad. Están las carreras a la chilena, la trilla a yegua, la historia del caballo chileno y el rodeo, también los aperos, las monturas, las espuelas, estribos. Me di cuenta de que hay muchas cosas que se hablan, pero muy poca gente sabe de ellas. Por ejemplo, la diferencia entre una manta y un chamanto. Cuando fue la cumbre del Asia Pacífico a los presidentes les regalaron chamantos de Doñihue. Y se habló desde mantas hasta incluso de ponchos", dice Mecklenburg y explica que la manta tiene líneas y el chamanto dibujos.

Éstas y otras partes de la indumentaria huasa, agrega, han evolucionado. Por ejemplo, primero se usaban ponchos, que son más largos y sin dibujos, pero eran incómodos. Y por eso se acortaron. Aclara también que las espuelas chilenas tienen la característica de tener una rodaja más grande, porque la montura chilena obliga a que las taloneras queden abiertas y para poder espolonear al caballo se necesitaban más grandes.

Considera que lo que mejor representa al chileno es la gracia que tiene el huaso para escribir y cantar la cueca. "Lo hace con instrumentos como un cacho, con panderetas hechas con las tablas para lavar la ropa o dos platillos y una guitarra. Pero le ponen una vivacidad que da gusto", dice.

La moda por lo huaso le parece bien y mal. "Si es una moda, significa que no va a ser permanente, pero en la medida que sirva para difundir la chilenidad y las tradiciones es valioso", agrega.

Arnaldo Guerra Martínez.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

MOSTAZAL, LA VILLA DEL ESTERO

VI Región, 9 de Noviembre del 2006.
MOSTAZAL, LA VILLA DEL ESTERO
Enviado el Jueves, 26 octubre a las 17:55:03 por gety

POR MARIO JUVENAL RAMOS PEÑA

La gran mayoría de los centros urbanos en nuestro país, han nacido bajo los auspicios de las autoridades, ya sean españolas o chilenas, las cuales en muchos casos por medio de un decreto les ha otorgado la calidad de villa o ciudad, en nuestra historia nos vamos a referir a la historia de un largo callejón, el cual por el devenir de los años se transformó en una aldea y más tarde en villa, la villa del Mostazal.
Un pueblo para que se caracterice de tal debe tener su historia, donde estén relacionados sus hombres, sus familias y las luchas por su progreso.
Se dice que una villa es una casa de campo o una población que tiene privilegios y que la distinguen de aldeas y lugares, por definición nosotros podríamos decir que nuestra villa es una ciudad, por ser una población más importante que las villas, calidad que le otorga su ayuntamiento.
En sus inicios todas las poblaciones de Chile y en su conjunto todas las poblaciones de América fueron asentamientos indígenas, que vivían dispersos en un valle, como fueron Codegua, Alhué, Quillota, la gran mayoría formando grupos familiares cerca de los ríos o de las vertientes de aguas, como de los poblados que existieron cerca del río Mapocho, también se formaron estos grupos sociales, por razones de trabajo en algunos centros mineros auríferos o salinos Andacollo, Alhué, Chada; otros pobladores se reunían en lugares con tierras arcillosas para el trabajo con la greda, Pomaire, Quinchamalí, con los cuales podían construir los utensilios domésticos de uso frecuente, también nacieron muchos lugares poblados originados por el asentamiento de una capilla o una iglesia, otros pueblos nacieron amparados por las fortificaciones de guarniciones militares y posteriormente, ya constituidos los gobiernos nacionales, se crearon pueblos originados por la colonización.
Entre 1470 y 1535, el imperio Inca nació en la sierras del Perú y se extendió a Chile hasta el río Maule. Trajo la incorporación de colonias campesinas y militares trasladadas desde el Perú y la creación de expeditas vías de comunicación llamadas Caminos del Inca. A su vez, ejerció influencia en nuevos gustos de decoración de cestería, cerámica y textiles y en innovadoras formas de objetos utilitarios, como la escudilla y jarros con figuras. Este corto período acaba con la irrupción de los primeros conquistadores, quienes anticipan una profunda transformación en las comunidades nativas.
La villa de Mostazal, nuestra villa de Mostazal tuvo un origen diferente, si bien es cierto los primeros asentamiento de vecinos en el lugar fueron una agrupación de casas creadas para el inquilinaje de los distintos fundos, que en un gran callejón se reunieron para prolongarse hasta el estero, su verdadera presencia como tal, lo originó la construcción del ferrocarril al sur.
La villa de Mostazal se encuentra ubicada 52 kilómetros al sur de Santiago, cerca del único lugar en Chile que tiene la particularidad de encontrarse unida la cordillera de Los Andes y de la Costa en toda la extensión del largo territorio chileno, lugar llamado Angostura.

ANGOSTURA DE PAINE (HOSPITAL)


ANGOSTURA DE PAINE Y CERRO CHALLAY


VISTA DESDE ANGOSTURA DE PAINE, 1822

El valle nace después de esta conjunción de las cordilleras, donde se encuentran los fértiles campos destinados a los cultivos y huertos, principalmente destinados a la producción de frutas de exportación. Pero de tiempos inmemoriales, principalmente durante la colonia, estuvo destinado a los cultivos de tabaco y a la producción de grandes extensiones con mostaza, por lo cual la villa toma desde entonces el patronímico de " Villa del Mostazal".
La construcción del ferrocarril al sur comenzó en 1857, aportó los fundamentos para darle la categoría de poblado, en los estudios del proyecto, con la capacidad necesaria para que se le asignara en su cercanía, una estación del ferrocarril.


En 1857, gracias a la gestión del empresario minero José Tomás Urmeneta, se formó la Compañía del Ferrocarril al Sur, con el objeto de tender una vía férrea entre la capital y Talca.

Al igual que el ferrocarril a Valparaíso, esta sociedad tuvo grandes problemas para reunir el capital necesario e iniciar las obras, cosa que no se logró hasta enero de 1858. Participó el Fisco con un millón de pesos y los accionistas privados con $ 843.000. Entre estos estaban Emeterio Goyenechea Gallo, José Tomás Urmeneta, Domingo Matte y Matías Cousiño con 100 acciones; Manuel Eyzaguirre González, Manuel José de la Cerda Concha, Javier Errázuriz Sotomayor, Victoriano Garrido Hernández, Rafael Larraín Moxó, con 50 acciones cada uno. El resto de las acciones estaba repartido en más de cien pequeños accionistas. Estos eran en su mayoría agricultores interesados en obtener mejores condiciones de transporte para participar del mercado de las exportaciones de cereales vía Valparaíso.
Antes que existiera la vía ferroviaria, las condiciones de transporte al sur eran bastante precarias, es así que existía hasta la ciudad de Talca un servicio de coches por una ruta de tierra, que comunicaban los poblados más cercanos a la cordillera de Los Andes, se empleaban " carruajes impulsados por caballos", para cuatro y seis personas, demorándose dos días y medio en cubrir el trayecto.
Las rutas propuestas para el trazado de la línea del ferrocarril, consultó una vía directa de Santiago al sur, a través de las ciudades principales del valle central, aprovechándose los tramos mas rectos posibles que permitían los poblados, por esta causa, fue desechada la ruta por la costa, a pesar de las muchas presiones durante su estudio, para aprovechar la vía marítima, en el transporte de los implemento y maquinarias. Todos los pertrechos; rieles, galpones, ferretería de los puentes, casas de máquinas, tornamesa, locomotoras, carros, etc., tuvieron que ser trasladados desde Valparaíso a la capital en carretas.
La primera sección entre Santiago y Rancagua se construyó en dos tramos simultáneos, divididos en el río Maipo. El primer tramo norte fue inaugurado en Abril de 1858, los rieles llegaron hasta el río Maipo, mientras que el otro lado tendido al sur, hasta Rancagua es inaugurado el año 1859. El tendido completo, con el puente sobre el río Maipo terminado, es inaugurado en Diciembre de ese año.

El valle de Mostazal está encerrado entre estos dos grandes cordones montañosos, en su parte este y oeste y al norte lo cierra caprichosamente la unión de las dos cordilleras, de forma tal que entre sus laderas, permite solamente el paso de un lecho de río bastante estrecho que lleva las aguas de vertientes y deshielos al mar.

El proyecto de la vía férrea agudizó este problema, la construcción de los terraplenes para el asentamiento de la línea activó un dique, que en años normales no presenta mayores problemas, pero que cada cierto tiempo, en inviernos lluviosos, produce la inundación de vastas extensiones del valle y terrenos cultivables.
La antigua ruta caminera o camino Real obvió este problema aprovechando el camino del Inca diseñado mas al interior de la cordillera. Esta ruta fue usada por las antiguas diligencias, se encuentra construida por esta razón previendo las inundaciones del paso de la angostura, por el llamado paso de Chena, vía el antiguo pueblo de Codegua, este lugar, relevo de postas, fue durante el largo período de la colonia tránsito obligado para llegar a Rancagua.
En ese tiempo los campos de Mostazal se caracterizaban por tener una concentrada vegetación arbórea. Allí abundaban el peumo, maitén. boldo, quillay, litre, con un tamaño tal que proveyeron la madera para construir los envigados de techumbres de iglesias, bodegas, y casas. También se han visto agotados estos recursos debido al uso del carbón y leños obtenido de los espinos y a los incendios en años de intensas sequías.
Por los numerosos esteros y ríos que cruzan el valle, el lugar concentró a los primeros veraneantes, que provenientes de Santiago, aprovechaban la vegetación de sauces y maitenes para instalarse por temporadas con sus familias en la confluencia de los ríos.

LAGUNA DE ACULEO

Al valle se llegaba desde Santiago en grandes carretas con toldos al paso lento de los bueyes, cargadas con todos los implemento para pernoctar en el lugar, otros paseantes derivaban sus inquietudes para el paseo de la laguna de Aculeo ubicada en las cercanías de la angostura de Paine, lugar famoso para la pesca de pejerreyes y carpas en todos los tiempos.

Puente ferroviario sobre el río Angostura, hacia 1900

Una vez terminados los trabajos de construcción del ferrocarril, comienzan los primeros intentos para urbanizar la villa, principalmente por el aprovechamiento de los planos del ferrocarril que permitieron trazar regularmente las calles, también tuvo un excelente aporte la llegada al pueblo de la orden religiosa de los hermanos de San Francisco, causantes entre otras cosas, de la modificación del patronímico de Mostazal, por el de "San Francisco del Mostazal."
La construcción del convento de la orden es comenzada en 1858 y llevado a su término alrededor de 1890, pero su iglesia es terminada recién en el año de 1946. La estación del ferrocarril pasa a llamarse desde entonces San Francisco.

La característica principal de la villa se la otorga su estero, llamado "El estero del tronco". Este riachuelo divide en dos el poblado, de forma, cordillera a mar, cruza la vía férrea, que también divide al pueblo en dos, pero de norte a sur y gira en redondo detrás de la estación del ferrocarril.
El estero nace en la cordillera de Los Andes, se nutre de diversas vertientes, muchas de ellas termales, es fortalecido por otro estero que llega desde el sur, el estero San Francisco, ambos unidos detrás de la estación, siguen paralelo a la línea férrea junto al terraplén y tratan de escurrirse por un pequeño puente ferroviario en el estrecho de la "Angostura", normalmente este pequeño puente permite el escurrimiento de las aguas, salvo que en años lluviosos se forma una gran laguna que llega hasta la plaza del pueblo.




Observando la armonía del paisaje se podría decir que los primeros especímenes que eligieron posesionares de las riberas del "Estero", son las garzas, las cuales con sus largas patas y largos cuellos rastrean el fondo del estero en búsqueda de peces y renacuajos. Desde tiempos inmemoriales estas aves han permanecido viviendo en forma permanente en sus orillas y depositan sus huevos entre los arbusto, son especies solitarias, las cuales esparcidas de trecho en trecho en el río, permanecen quietas al acecho como sus eternos vigilantes.
Los primeros seres humanos que deambularon por esta zona fueron posiblemente grupos de cazadores que, en oleadas sucesivas, en cada verano, bajaban de la cordillera procedente de los extensos territorios de las pampas argentinas, cercanas a la cordillera de Los Andes, que, en la época estival trepaban a los cajones cordilleranos en pos de los animales que pastaban en las veranadas, los cuales, debido al mejoramiento de las empastadas de los valles en Chile, se fueron quedando cerca de los ríos o de las fuentes naturales de agua. Singular importancia deben haber tenido para darle fuerzas a estos asentamiento el haber encontrado lechos termales, lugares muy reconocidos hoy en día por lo saludable de sus aguas. Termas de Las Marcas, cerca de Codegua y El Flaco, cerca de San Fernando.
El progreso en el manejo de las técnicas de cultivo, dado las buenas condiciones de riego y la domesticación de los animales, hizo posible la sedentarización de estos pueblos que se asentaron a lo largo del uso de estos ríos, constituyendo la base del pueblo mapuche. En esta zona los nativos se autodenominaban picunches. (mapuches del norte).
Las técnicas de construcción de viviendas usada para sus asentamientos, radicó en el aprovechamiento integral de la totora, material que cubría las orillas de los ríos en ese tiempo, sistema que hasta muy avanzado el poblamiento de la villa, perduró como técnica aplicada en el diseño de las techumbres de las casas de algunos vecinos.
Las actuales investigaciones consideran al pueblo mapuche como una entidad étnica y lingüística que se extendía desde el río Choapa, por el norte, hasta Chiloé, por el sur, un territorio de 1.400 Km. que ostentaba marcadas diferencias de clima, flora y fauna. Esto provocó naturales diferencias dialécticas y de costumbres dentro de la misma etnia.
Hacia 1470 el imperio Inca se extendió en Chile central hasta el río Maule, ejerciendo dominio militar, económico y cultural. Ello se manifestó en la aparición de un estilo cerámico diferente y en la introducción de nuevos tipos de cultivos y técnicas de riego y un sistema muy particular de marcar los territorios con el aprovechamiento de la piedra, muy usado por los Incas para marcar los asentamientos.
Esta fue la introducción de la pirca, sistema que consiste en hacer un muro con piedras canteadas de un metro cincuenta de altura y un metro de ancho, al igual que la muralla china, resguarda la propiedad y facilita el encierro de los animales domésticos.
Luego, debido a las guerras internas que afectó al incanato, parte de los contingentes de colonos y soldados peruanos se replegaron más al norte, hacia el área de Santiago.
A la llegada de los españoles, la densidad de la población nativa era baja en esta zona, inferior a la existente al sur del Bio-Bio y al norte de Santiago, en el sur, por tener un mayor acceso desde las pampas en los pasos cordilleranos y al norte, atraídos por las explotación de minerales. Estos grupos sociales se hallaban en caseríos dispersos, por lo general a orillas de los ríos, sin constituir pueblos ni aldeas. En el área costina los lugares poblados eran Alhué, Litueche, Bucalemu y muchos otros aplicados a la extracción de la sal común y la pesca en el mar.
Durante el período de la dominación española, la población nativa del valle de Mostazal, fue sometida al régimen de encomiendas o latifundios a cargo de un solo propietario y bajo el amparo de la ley española, sistema resistido por los nativos, por lo cual, mucho indígenas fueron trasladados hacia el norte para ser usados en faenas mineras.
Estas grandes encomiendas otorgadas en beneficio de algunos soldados españoles, como premios por servicios prestados a la corona de España, fueron los asentamientos de las primeras propiedades agrícolas alrededor de los asentamientos indígenas de Codegua y Angostura y que cubrían todo el valle. Estas grandes haciendas, muchas de ellas dedicadas al cultivo de la mostaza y del tabaco, son las que en sus comienzos aportaron el incipiente poblamiento de un tipo especial de trabajador agrario, "el inquilino", que era un arrendatario instalado por el propietario en los deslindes de la hacienda, con el objetivo de resguardar sus intereses. En este largo camino rural hacia el estero del tronco y posteriormente hasta la estación del ferrocarril, nació la villa de Mostazal.

Las posteriores modernizaciones de la hacienda, tras la llegada del ferrocarril trajeron un cambio sustancial al sistema de producción agraria en el valle de Mostazal, orientada a la producción lechera industrial, con el asentamiento en la zona de Graneros de la compañía industrial y lechera Nestlé Suiza, para la producción de leche y café en polvo.
Los primeros antecedentes históricos de la villa, son aportados por algunos documentos y están relacionados con el otorgamiento de permisos para instalar canchas de juegos de bolas. En breve síntesis, este juego es parecido al juego de la mesa de billar, con tres bolos de madera, dentro de un marco de maderas hecho a nivel en la tierra, como techumbre para el sol se usa una ramada. El juego consistía en golpear las bolas con un mazo y que éstas pasen por un aro que se encuentra dentro de la cancha.
La autorización oficial para estas canchas provino del Gobernador don Ambrosio O'Higgins, en un bando fechado en Valparaíso, el 8 de noviembre de 1790. En el se autoriza al partido de Rancagua para instalar canchas: con 5 para Rancagua, 2 en Codegua, 1 en Mostazal, 1 en Angostura, 1 en Paine, 1 en Hospital, 1 en Maipo, 1 en Aculeo, 1 Machalí,
Otros antecedentes relacionados con la villa de Mostazal, se pueden encontrar en los primeros plano de diseño del ferrocarril y otros en lo relacionado con asuntos legales en la iglesia de Codegua.

Suelen encontrarse además en estos pequeños pueblos datos de las personas que han vivido en el, en su pequeño cementerio, también guardan sus recuerdos en los nombres de sus calles y en sus rincones, donde han quedado grabadas más de alguna leyenda, estampadas en algunos fachadas de viviendas, van quedando ahí en el tiempo, cuya vista inspira una melancolía de los claustros más recónditos. Está ahí el barrio de Chuchunco, ubicado en las calles laterales y detrás del convento franciscano, con sus casas de barro pintadas a la cal y sus grandes sitios quintas con frutales, el barrio de Ñuñoa, por ser la parte cívica más antigua corresponde a las calles centrales, con un sinfín de tenderos manejados la mayoría de ellos con ciudadanos de origen Libanés, el barrio de la estación, con sus lugares de El Refugio y la Invernada, donde vivieron personajes del devenir histórico como Alberto Blest Gana, escritor, Alejandro Flores, actor. Esta calle ubicada detrás de la estación, tuvo su origen con los barracones construidos por los trabajadores del ferrocarril, posteriormente en el lugar fue edificada una capilla y durante la propiedad de los establecimientos oriente de Santiago, se creó un gran criadero de pollos.

Así, con el transcurrir de la de llegada de nuevos vecinos y según los usos y necesidades de cada época, la casa habitación rural fue evolucionando en su programa y distribución. Con el nacimiento de la villa después del aparecimiento del ferrocarril, la villa toma una nueva fisonomía, aparecen las grandes casonas de un piso, con plantas en forma de U, corredores exteriores y de cara a los caminos.



Las pequeñas casas suelen estar ahí, llenas de jardines y huertos. La vida y el movimiento tienen en ellas una marcha tranquila que un extraño las creería deshabitadas, si no encontrara de pronto dueñas de casa bajo un parronal afanadas junto a una pileta del lavado de ropa, pequeños almacenes entre polvorientas calles, un golpear lejano de la campanilla del vendedor de helados, la música gratísima de la chicharra en los huertos de las tardes de verano. Las viviendas construidas la mayoría de ellas para los trabajadores de los fundos cercanos, mantienen aún sus largos corredores exteriores rodeados con jardines, en muchas calles se mantienen aún las viejas acequias con agua para los riegos de las quintas, todo ello va dando forma a las características de la villa. Es difícil transitar por sus calles sin admirar los enormes árboles y naranjales que permanecen en los sitios. Si observamos al interior de las veredas podemos ver, casas antiguas y remozadas algunas, que las inclemencias de los terremotos ha obligado a reedificar con modelos aportados por sus propios dueños o por la experiencia constructiva de los artesanos. Se observan casas de maderas transversales con adobes, hechos y amasados en los mismos sitios, casas con cubiertas de estuco o pizarras, que dibujan líneas azules sobre las paredes del edificio, terminados en tejas o pizarras. Estancias de un solo nivel, atemorizadas por los terremotos, que de tarde en tarde aterrorizan a la población.


La villa de Mostazal, como lo gran mayoría de los pueblos pequeños, tuvo un despertar tardío en cuanto a vida moderna se refiere, sus calles de tierra, hasta bien avanzados los años cincuenta, esperaron con mucha resignación que se instalaran en primer lugar, el agua potable y el alcantarillado, pero como todo pueblo que se respete, sus primeros habitantes bregaron por contar con municipio casi desde el primer momento de su fundación, el cual quedó felizmente registrado el 17 de Marzo de 1894, con su primer alcalde don Samuel Blas Ovalle. Es pintoresco recordar que la primera reunión de trabajo del Honorable Municipio se llevó a efecto en la sala de espera, de lo que es hoy en día nuestra reliquia y patrimonio nacional, " La estación del ferrocarril".

Gran parte de la iniciativa que contribuyó para que la villa tuviese cuadras y manzanas bien diseñadas, fue el aporte de los ingenieros que trazaron el ferrocarril, los que al expropiar las propiedades principales del centro del pueblo por donde debería cruzar la línea, crearon las calles transversales que dieron a la villa su fisonomía actual, del antiguo "Calle Larga" al Estero del Tronco.

El antiguo vado del "Estero del Tronco", que siempre fue un sitio poco profundo del río, por donde se podía pasar caminando o en carruaje, pronto vio terminada la estación del ferrocarril, que quedó ubicada en el sector norte del estero, por lo que de inmediato el comercio proliferó en la calle larga de Mostazal. El antiguo callejón de tierra se vio activado por una serie de tiendas y pulperías destinadas a surtir a los trabajadores del ferrocarril, la línea y los constructores del puente metálico sobre "El Estero". La estación de estilo tradicional chileno, como la mayoría de las estaciones diseñadas en una característica muy propia de la época, que no obstante, estar construida en adobes y ladrillos, su arquitectura se adecuó al paisaje con un corredor exterior al estilo de las casas campesinas, apoyado en pilares de maderas, oficinas y boletería fueron protegidas de la lluvia y una sala de espera apropiada con asientos para los pasajeros; en el frente se le acondicionó una pequeña plaza con palmeras y jardines pronto se vio concurrida de coches y diligencias de los más variados tamaños que transportaban personas motivadas por la curiosidad de conocer el tren metálico, sus carros y sus locomotoras, venían de remotos lugares de la región, para hacer el viaje hasta Santiago.

Iglesia La Punta

Los poblados del interior, cercanos a la cordillera de Los Andes, como son: La Punta , Codegua, Romeral, Lo Ovalle, etc., requirieron pronto de un camino carretero que los uniera con la estación del ferrocarril. Culminó esta necesidad con la construcción de un hermoso puente de concreto sobre "El Estero del Tronco", en la calle larga, para dar paso a un camino que uniría estas poblaciones. Este ha sido el puente símbolo de la unión entre lo nuevo y antiguo que ha caracterizado a la comunidad de Mostazal, y que ha servido hasta nuestros días para fortalecer el espíritu emprendedor de sus vecinos.

Este puente resistió los embates de la naturaleza desde su fundación el año 1893 aproximadamente, hasta su demolición en el año 1993, no por inservible, sino que por quedar estrecho al paso del intenso tráfico del mundo moderno.

El puente de concreto en la mitad de la calle principal ha sido desde su existencia un lazo de unión entre sus vecinos, un punto de encuentro, que le ha significado a los villanos la presencia de una vida diferente con respecto a otros pueblos de la región, una característica que a través de toda su existencia le ha ido otorgando un atractivo especial, con fines turísticos desde sus primeros tiempos y folklórico cultural después. El enriquecimiento de la vida interior, por cuestiones netamente deportivas, también motivaciones, muchas de ellas de carácter religioso, originadas la mayoría de ellas por la orden sacerdotal de San Francisco, avecindada en la comunidad, fundamenta también ese atractivo que tienen algunos pueblos para comunicarse con el tiempo y dejar huellas históricas entre sus gentes. Desde entonces, desde el puente y en sus márgenes han ocurrido las más extrañas manifestaciones de la vida cívica, desde destrezas ecuestres, baños públicos, circos, rodeos etc.

En sus comienzos, bajo uno de los arcos del puente, entrando por su ribera sur, funcionó una herrería, taller principal del pueblo para todo lo que significó herrajes de caballos, reparación de carretas y coches, que viajaban de diversos lugares a la estación, lugar también en que se atendían las remontas de los caballos de postas. Mas tarde la entrada norte y sur del puente se convirtió en lugar de ventas de especias, flores, puestos de pan, pescaderías, etc.

En muy diversos tiempos, bajando por el costado norte del puente, la ribera del Estero del Tronco, fue refugio para los gitanos, los cuales con sus tolderíos se instalaban bajo la sombra de los sauces a orillas del estero, que le daba animación con sus alegres fiestas de matrimonios y colorido al lugar con las variadas carpas. No faltaron las grandes fiestas en que se reunieron gitanos procedentes de diversos países de América en el que hicieron gala de espléndidos banquetes, con sus carromatos llenos de colores y ventas de chucherías especialmente de cobre. Pero al parecer el mayor atractivo del lugar lo constituyeron los circos, especialmente cuando el cine aun no tenía el contenido masivo que fue adquiriendo después. El circo de todos los tamaños y de diversos lugares de procedencia, siempre fue el mayor atractivo para la gente joven. Desde el montaje de su grandes carpas que el público contemplaba con verdadera expectación desde el puente, hasta sus mas extraños componentes que recorrían el pueblo con su banda, payasos, enanos y fieras. Estas temporadas motivaban el encuentro de toda la familia en el circo y era el comentario obligado de todos los vecinos. Circo como las Aguilas Humanas, con artistas procedentes de los Estados Unidos, sin duda fueron siempre la mayor atracción.

Sin lugar a dudas estos recuerdos van hilvanando la vida de la villa de Mostazal, marcan su juventud y crean su historia. Los juegos, por otra parte, aportan otro tanto, como los torneos y las justas deportivas. Su aparición coincide con la aplicación del huaso a las prácticas del arreo de animales desde la cordillera, práctica muy rica en esta zona huasa por excelencia, que en sus comienzos, por la necesidad de separar los novillos para marcarlos, debieron entrenar sus cabalgaduras para llevar el ganado, así aparece el deporte tradicional chileno, "el rodeo", en que una pareja de jinetes, la collera, montados en caballos inscritos, arrean y atajan a un novillo en tres oportunidades. Así nace la destreza del caballo y tiraduras en rienda.

El pueblo de Mostazal disfruta de estas prácticas en las canchas preparadas junto al estero, es admirable como los jinetes manejan los lazos y como preparan los animales para arriar el ganado, prácticas que, con gran lucimiento, es llevada a cabo por el club de huasos de Mostazal, cultura y folcklor, son los ingredientes que van adquiriendo los jóvenes de la villa, los cuales durante el verano se deleitan con los baños en el río. Historia aparte lo constituye la feliz iniciativa de sus autoridades al crear cada verano un dique bajo el puente.

"Los castores" podríamos llamar a los vecinos que abordaron la feliz iniciativa de crear este tranque, que produjo un cambio radical en las costumbres de vida de la juventud de la villa y también de muchos estudiantes que venían de Santiago a pasar sus vacaciones, esta piscina nativa alimentada con agua del estero y de vertientes y cupios de aguas vírgenes, permitió reunir grandes cantidades de muchachos que ahí aprendieron a nadar. La idea nació de la Municipalidad para otorgarle un apoyo económico al cuerpo de bomberos que tomaron la concesión para reunir fondos y contar con un cuartel

En sus inicios el lugar no pasó de ser una poza grande rodeada de sauces, posteriormente construyeron camarines para guardar la ropa, barandas y asientos para los espectadores, después se agregó una terraza con una ancha comunicación a la plaza, un quiosco para la venta y para la música. Hoy día todo a cambiado en el lugar, para bien de la comunidad, el lugar es solo un refugio de románticos recuerdos, aquí se tejieron y urdieron grandes alegrías y festejos, aquí la juventud de los años cincuenta celebró sus fiestas de Año Nuevo y algunos carnavales de verano, hoy la música a terminado, los grandes sauces ya han terminado sus años, el río presuroso sigue su marcha en la indeclinable cuenta de la vida. Pero hoy la villa cuenta con una hermosa y moderna piscina profesional en la orilla norte del estero.

Así como antaño el estero sirvió como lugar de encuentro para paseos de verano, un experimento realizado en el año 1915, cuando aún en Chile la electricidad no tenía una aplicación de uso masivo, la ribera del estero sirvió para montar un pequeño grupo generador de electricidad, con el cual se abasteció en un sistema de emergencia, la primera instalaciones de alumbrado público en el pueblo, se cuenta que esta planta se habría instalado en el sector de la calle Luco, y alimentada con agua por medio de un pequeño canal hecho de madera para la turbina, no han quedado mayores datos históricos, pero el operador de esta planta habría sido un mecánico de apellido Calderón. En tiempos posteriores la orilla de la ribera se ha aplicado a los más diversos oficios, destacándose entretenimientos, juegos para niños, circos, durante gran parte del año, las sombras de los grandes sauces de sus orillas han sido el aliciente seductor del sector para obtener tan numerosos invitados.

¡Pero!, no siempre el "Estero del Tronco" ha vivido la mayor parte de su existencia convertido en un inocente e inofensivo arroyuelo, a los pocos años de su construcción, debido a un año excesivamente lluvioso, se convirtió en un peligroso enemigo que amenazaba con llevárselo todo, incluido el mismo puente, que vio superado su nivel máximo en varias oportunidades, llegando el agua hasta la altura de su baranda. Como resultado, los niveles de acceso al puente fueron destruidos, por lo que fue necesario reforzarlos, principalmente en el acceso sur, con un murallón de piedras y cementos que permitió recuperar el terreno suficiente como para instalar allí la plaza pública.

La historia de la villa la vamos a ubicar en el tiempo que incluye los comienzos de los años cuarenta, la única razón es, considerar el período de la segunda guerra mundial, período de gran inquietud mundial, y comparar con la tranquila vida interior de la villa. En las calles, viviendas y quintas con sus huertas y parronales, el mundo exterior no llega, solamente algo se sabe por la poquísima información recogida por las radios emisoras, las cuales comienzan a tener una vital importancia en la vida de la comunidad. La rutina se aplica al trabajo agrícola principalmente, en las grandes haciendas vecinas a la villa, donde poco importan la cultura general del pueblo, que en los días de fiesta dedica su tiempo principalmente a las actividades deportivas. Nacen en este tiempo algunos grupos folclóricos, se crean algunas obras de teatro y las fiestas colectivas son organizadas por los hermanos de la orden de San Francisco, los cuales se integran en la comunidad a través de la iglesia y las procesiones de su santo patrono. Esta comunidad logra tener un colegio con internado para más de mil estudiantes, provenientes en su mayoría de Santiago. Pero la comunidad activa principal, pertenece al cuerpo de bomberos, que organiza diversas actividades, con el fin de lograr equipamientos para su cuartel, esfuerzo de sus voluntarios por contar con un carro de bombas y equipos modernos.

La preocupación de la familia se centra en lograr recursos para ayudar al ingreso y asistencia permanente de los jóvenes a la escuela básica, la guerra en Europa llega como un clamor lejano, no se tiene conciencia de que los resultados futuros de la destrucción de Europa pudiese afectar la vida de la comunidad directamente. La radio trae noticias censuradas de grandes catástrofes y muchas ciudades destruidas, pero el país recién afectado por un gran terremoto en la zona central, no termina de asimilar el efecto de una guerra. Sobre el partido que gobierna y sobre su presidente recae la responsabilidad de la reconstrucción de los pueblos afectado por el terremoto. Felizmente en la villa los efectos de la destrucción en el sur han sido mínimos.

La villa soporta un grado de atraso digno. En la mayoría de las casas se dispone de luz eléctrica, no así de agua potable, es fundamental el horno de barro para el pan, la artesa para el lavado de la ropa y el pozo para el agua fresca, la vida diaria se ve estimulada con la llegada de la radio y la comunicación inmediata con el mundo, en muchas familias durante la noche se entretienen en escuchar emisiones procedentes de otros países, especialmente motivados por obtener noticias mas frescas originadas por la segunda guerra mundial.

Las casas se llenan de estos recuerdos, donde tuvieron lugar los acontecimientos de esta historia, es precisamente una de esas viviendas, honorables restos de un tiempo crítico para el mundo y para la comunidad donde nos ha tocado vivir, donde fijaremos los hechos.

Después de seguir las sinuosidades de este pintoresco camino de los años cuarenta, que es el comienzo también de la construcción de la carretera Panamericana sur, cuyos menores accidentes despiertan recuerdos y cuyo efecto general tiende a sumergir a la mayoría de las personas en un especie de ensueño, se divisa un espacio de mucho esfuerzo, en el centro del cual colocaremos a nuestro personaje, en la puerta de la casa del señor Ramos. Es imposible hacerse cargo del valor de esta expresión en la villa de San Francisco sin saber antes y conocer la biografía del señor Ramos.

El señor Ramos, disfruta en la villa de alguna reputación, cuyas causas y efectos no pueden ser totalmente comprendidos por las personas que no hayan vivido en la villa. El señor Ramos, llamado por algunos "el ingeniero", sin saber realmente sus causas sino que más bien por una sensación de respeto por su condición de anciano, había llegado al pueblo al término de su vida, bordeando ya los sesenta años, hacía ya mucho tiempo que el pelo había blanqueado su cabeza, con un sinnúmero de experiencias vividas en lejanas tierras y cargado, mas que de riquezas, con riquezas otorgadas al Estado de Chile, en numerosas obras de bien público, en un tiempo en que Chile es azotado por uno de sus peores terremotos, con mayores efectos que la segunda guerra mundial misma ocurrida en Europa.

Cuando la zona sur del país es destruida por el terremoto en Chillán y Concepción, es nombrado Ingeniero Provincial de Obras Públicas en Concepción y Cañete. Le correspondió llevar adelante todo el proceso de reconstrucción en la zona. Su matrimonio se vio también destruido con el fallecimiento de su mujer en el mismo terremoto, su hijo, de algunos meses, debe ser criado por una nana, se ve obligado a reconstruir también su vida así como su casa.

Años después, con su nueva familia reconstruida y con un nuevo matrimonio con una joven muchacha chillaneja de no más de diecisiete años y numerosos hijos de este nuevo matrimonio, solicita su traslado al norte, son los años en que en Chile, por el mismo efecto de los sismos, existe una tremenda escasez de casas, por lo que, en su búsqueda por la zona encontró arriendo finalmente en la villa de Mostazal.

Es así como, casado, siendo un hombre ya anciano, en las postrimerías de su vida, el Ingeniero, que ya había cumplido los sesenta años y provisto de una estable jubilación ingresa a la comunidad de la villa. Entre los habitantes de Mostazal, para muchos campesinos, el Ingeniero pasó como un hombre dado a las ideas nuevas, pronto fue solicitado para organizar los trabajos voluntarios, como dotar a la compañía de bomberos de un nuevo carro de aguas y posteriormente, para conseguir los fondos para la adquisición de una ambulancia. La villa no contaba con servicios médicos, por lo que había que transportar a los enfermos y parturientas a la vecina localidad de Graneros.

Fue nombrado miembro de la asamblea política y pronto su influencia se dejó sentir. Políticamente, protegió a los partidarios del antiguo régimen llamados Social Demócratas, los cuales se mantenían en el poder por un tercer período, trató de impedir el desmoronamiento del régimen, pero las fuerzas sociales fueron mucho más poderosas, el pueblo en su magnifica ignorancia de la cosa pública, trabaja mucho, pero las razones de orden económico no las analizan con profundidad. Fue un período de grandes trastornos, motivados, principalmente como resultado de los inconmensurables gastos que tuvo que soportar el Estado para la recuperación de las zonas desbastadas por el sismo por un lado, pero por otro y lo más grave, fue el producto de los racionamientos de los alimentos, principalmente azúcar, aceite, yerba mate, que el país no producía internamente y que era necesario importar. Europa y su reconstrucción, después de la guerra, se llevaban todos los productos y países pequeños como el chileno, con un terremoto tan cruento como la guerra, también tuvo que soportar los mismos sufrimientos. Fue el período de los cupones para comprar el medio kilo de azúcar o el cuarto litro de aceite, lo que llevó al pueblo a maldecir los gobiernos Social Demócratas, y expresar abiertamente, "políticos ladrones", el Ingeniero, en todos sus años de funcionario público, no había tocado un peso que no fuera en defensa del Estado de Chile. Fueron los años en que el pueblo llamó a la escoba para barrer con los ladrones.

Ramos abandonó los honores políticos sin pena ni gloria. Ya por aquel entonces en la villa se habían construido una serie de obras públicas, en beneficio de la comunidad, pavimentos y alumbrado en la calle central principal, canalizaciones a lo largo de todas las calles para el agua potable y el alcantarillado, un edificio para las oficinas públicas y un pequeño teatro.

El pueblo de Mostazal conoció a Ramos por sus incansables paseos por las calles de la villa en compañía de su hijo mayor. El pueblo los veía sostener largas conversaciones. El muchacho delgaducho y alto casi de la misma altura del anciano, atendía con verdadero interés la charla, todos los temas de conversación estaban orientados principalmente al terreno político. Si en un momento el tema decaía, el muchacho preguntaba nuevamente: - Papá ¿qué son las derechas políticas?, ¿Cuáles son los partidos de izquierda?, ¿En qué consiste tal o cual partido?, siempre había una respuesta culta, versada, nunca el compromiso, tal vez en espera que la vida misma otorgara la respuesta definitiva.

Físicamente, Ramos era un hombre de un metro setenta y seis centímetros de altura, macizo, barrigón, por lo que usaba para disimular su barriga un grueso cinturón de cuero, normalmente en sus paseos diarios por la villa, usaba una delgada manta de vicuña en sus espaldas, su cara redonda, que mantenía siempre pulcramente afeitada, los ojos tenían la expresión tranquila y dominadora lo que el pueblo atribuye a la imposición por presencia, su frente amplia, casi exenta de arrugas con su cabello blanco terminaba por otorgarle magnificencia. Por otra parte, sus actitudes, los modales al conversar y al caminar, todo revelaba en él esa confianza en si mismo que da la costumbre de haber salido siempre airoso en sus empresas.

Así, aunque era en apariencia un hombre de costumbres sencillas y suaves, tenía un fuerte carácter.

La casa de Ramos situada en una de las calles transversales de la villa, exactamente ubicada frente a la iglesia del convento, era una pequeña quinta, que siempre arrendó. La calle era de tierra, como la mayoría de las calles transversales del pueblo, solamente se mantenían pavimentada la vereda de uno de los costado de la calle para el tránsito de las personas. El frente de la casa, con una puerta ancha de dos hojas, maciza de roble barnizado, llena de grietas, con simétricos dibujos, mantenía una rejilla cuadrada, pequeña como mirador, una barra de madera aseguraba la puerta. Por dicha rejilla, destinada a reconocer a los amigos, se podía ver en el fondo la sala de estar, y a través de la galería los naranjales de la huerta.

Pocos amigos frecuentaban la casa de los Ramos, generalmente los convidados habituales estaban constituidos por vecinos, los cuales, por ser también pobladores de las casas vecinas, eran invitados a pasar a las aposentadurías de la familia, que en temporadas de verano se instalaban en un comedor acondicionado bajo el parrón; en época de invierno, el lugar de reuniones era una larga galería con amplios ventanales, donde por lo general se instalaba un brasero metálico para la numerosa familia que en pequeñas banquetas se sentaban en su rededor. Por esta suerte, las escasas amistades que de tarde en tarde llegaban de visita, por lo general, constituidos por políticos de la capital, eran recibidos en la sala especialmente acondicionada, que en la mayoría de las casas de los pueblos pequeños mantienen como una reserva secreta y cerrada para tales ocasiones, estas salas o despachos sirven al mismo tiempo de comedor, es el centro de la vida doméstica, cuando de hacer vida social se trata, allí iba el peluquero del señor Ramos dos veces al año, allí se recibía a los regidores del municipio, al cura, a los vecinos que de tarde en tarde venían por consultas de tipo jurídico y también consejos. Esta habitación, cuyas anchas puertas daban a la calle, se mantenían como única posición con su piso encerado, un amplio esquinero mantenía a la vista algunas reliquias de tiempos mejores de la familia, como platos y lozas de procedencia inglesa, la coctelera metálica, un frutero plano de cristal, el cual nunca era mantenido con frutas, pero que siempre mantuvo cartas y documentos que en cualquier momento podrían ser utilizados, una mesa redonda pulcramente cubierta con un mantel bordado a mano, una lámpara colgante eléctrica, con una ampolla de vidrio, simulando ser una antigua lámpara a parafina.

En las paredes estaban colgados los retratos al pastel que representaban a los padres del Ingeniero Ramos y el retrato al carbón de Ramos con su joven esposa, en la muralla contigua, el mismo Ramos pero, en una edad mucho más joven, al parecer, por su vestimenta tomada recién salido de la universidad, finalmente, lo que más llamaba la atención en cuanto a los retratos en la muralla, por la calidad del trabajo, el que consistía en un dibujo a pluma de ganso, en tinta china, de un bebé de pocos meses, al `parecer la hija mayor de Ramos, fallecida a esa misma edad.

El resto de la casa lo constituían los dormitorios, separados por secciones , las niñas, en condición mayoritaria agrupadas promiscuamente en un dormitorio grande y su hijo mayor en un pequeño dormitorio al interior de la casa, la pieza de la cocina se encontraba separada del resto del edificio, tenía la característica especial y común a todas las casas de la época, el disponer de una cocina metálica a leña, de varios compartimentos para los diversos tamaños de las ollas, un caldero lateral mantenía agua caliente en forma permanente para el baño en la temporada de invierno, un horno de buen tamaño permitía fabricar el pan diario dentro de la familia. La nana Charito, una mujer ya de ciertos años, era la persona que además de haber criado a todos los niños, se encargaba de preparar la comida. Apenas terminada la comidas se mantenía la cocina siempre limpia fresca y ordenada, luego la familia se preparaba durante las tardes para oír las comedias por radio. La nana Charo dormía con las hijas mayores y mantenía un ascendiente sobre la familia igual al de los padres.

La quinta apropiada, de buen tamaño para una familia numerosa, permitía cobijar en un primer patio un hermoso parronal, bajo su sombras se reunía diariamente la familia durante el verano. Desde tempranas horas de la mañana se reunían todos ahí, por lo general, bajo el parrón se servían y preparaban todas las comidas del día, un pozo surtía el agua para los menesteres domésticos y también para el riego de la huerta, para un mayor frescor este pozo fue construido bajo dos grandes naranjos, se suplía con creces la falta de agua potable para la familia, el segundo patio estaba destinado a la huerta y el criadero de aves, mantenido este lugar como parte del entretenimiento de la vida diaria por el mismo ingeniero, en este patio se encontraban toda clase de arboles frutales, tales como: Duraznos de temprano en Diciembre, para el ponche de las fiestas de Pascua, granados rojos, membrillos, ciruelos de varias clases, damascos y cerezas. El riego de esta parte de la huerta se había diseñado desde tiempos de fundación de la villa, con un surtidor traído desde el Estero del Tronco y secretamente conservado por todos los vecinos para evitar el pago de impuestos y cargos municipales, se había acordado de mutuo consentimiento el paso de un pequeño canal por el interior de los sitios y la mayoría de las veces generaba serias peleas por su uso, los buenos vecinos aprovechaban el trabajo ajeno al ver pasar el agua por su sitio. No faltaron las enemistades serias entre vecinos por este codiciado bien, nunca se logró tener un juez de aguas. En tiempos recientes, la comunidad de la villa y en general toda la comunidad chilena ha reorganizado las relaciones vecinales con un sistema regulado por la ley, que son las Juntas de Vecinos, bajo la tuición de las Municipalidades las que otorgan este beneficio, con este sistema se ha mejorado la asistencia judicial y asistencia social.

1948 fue un año difícil, el comienzo de la crisis de casi toda la comunidad chilena. Desde hacía ya algún tiempo se venían sintiendo los efectos de esta situación que se manifestaba cada vez con mayor intensidad. Hacía tres años que había finalizado la guerra en Europa, pero sus efectos se hacían sentir en Chile con fuerza. La escasez de los alimentos, mucho más grave que la falta de dinero, fue no encontrar en el mercado los productos necesarios para la diaria existencia. Los racionamientos fueron un grave problema que las familias tuvieron que soportar, el Municipio decretó el control de las ventas por medio de vales, a los cuales había que tener acceso después de varios horas de largas filas para obtener un cupo, para medio kilo de azúcar o medio litro de aceite, etc.

Fue el año en que el crudo invierno se sintió profundamente por la falta de combustible. La entrada del otoño había sido de días muy hermoso y los primeros días de Abril hacían sentir las primeras heladas, tan fuertes que los niños que hacían el trayecto hacía la escuela básica, lo hacían chacoteando por sobre los charcos de agua congelados, el frío en la mañana mantenía las veredas cubiertas con un manto blanquecino, y el rocío en las hierbas mantenía a éstas pétreas por el hielo. Por esta razón se había dividido la jornada de clases en dos tiempos, en la mañana asistían a clases los hombres y en la tardes solamente las mujeres.

El edificio construido para la escuela básica en la década del veinte, fue una de las primeras manifestaciones de modernismo logradas por la villa, fue diseñada a todo esplendor, amplia, de dos pisos, con un hermoso gimnasio techado y piso con parquet, fue siempre el orgullo de los vecinos. Fue construida cuando el país enfrentó la necesidad de superar el bajo índice de alfabetización que se mantenía por algunos años y también gracias al impulso renovador que llegaba de la vieja Europa después del término de la primera guerra mundial.

Después del término de esta gran guerra, llegaron a Chile muchas inquietudes sociales, se aspiraba a obtener los alcances de los acuerdos obtenidos en el tratado de Versalles, como son, las ocho horas de trabajo por día, para los trabajadores, especialmente agrarios, los cuales, en ese tiempo basaban su jornada por el horario solar, otra razón social defendida en esa época fue las leyes previsionales, Caja de Empleados Particulares y Seguro Social Obligatorio, situación social lamentable que arrastraba el país desde casi su fundación. Estas escuelas verdaderos homenajes a la cultura en sus ostentosas arquitectura para un medio de comunidades rural, fueron todo un éxito, especialmente en un medio, donde apenas hacía poco se habían abandonado las construcciones de totora o que, a lo sumo, donde había casonas hechas en adobes y techumbres de tejas estas escuelas fueron verdaderos palacios.

En estas escuelas se enseñaba en seis años, todo lo necesario para que el alumno tuviese las herramientas necesarias para su cultura general y aplicaciones del diario vivir, lectura completa, caligrafía, dibujos, geografía e historia de Chile, matemáticas, música, artes manuales y artes culinarias y bordados en las niñas, educación física en cantidad apreciable hasta lograr buenos deportistas, etc., los textos de estudio aportados por el Ministerio de Educación, de igual manera que profesores, los cuales procedían de la Escuela Normal de Profesores, institución no superada por la calidad integral de esos profesionales.

El tiempo pasaba imperturbable, la pura y monótona vida en esos días por la villa y los comentarios obligados estaban relacionado con las pequeñas dificultades de la vida diaria, muchas de esas dificultades originadas por la falta de servicios básicos, como el agua potable y alcantarillado. En ese tiempo durante las largas conversaciones de sobremesa que mantenían el Ingeniero y su hijo mayor, se daban tiempo para comentar las causas y razones por las que el país pasaba por tantas necesidades, mamá María aportaba lo suyo y todos los pequeños escuchaban en silencio sin comprender, solamente mama María a ratos aportaba sus comentarios por las molestias del racionamiento, por lo general el pueblo murmuraba y ya comenzaban los descontentos con el gobierno de los social demócratas.

SAN FRANCISCO DE MOSTAZAL

21 kms. al norte de Rancagua.Pueblo que se originó en un antiguo fundo y una pequeña iglesia construida en 1858 y que guarda tradiciones y arquitectura rural propias de la zona central de Chile.Su trazado es de calles regulares formadas alrededor de la Estación de Ferrocarriles. Cerca del pueblo existen antiguas haciendas con casas patronales rodeadas por parques, paisaje característico del campo chileno.Cercano a este pueblo, por camino ripiado, se encuentra el Parque de la Hacienda Callejones.

Historia


Campo Escuela Callejones

Callejones, se caracteriza por tener una belleza escénica atípica con respecto a la zona central del país, el que se debe a la influencia de distintos paisajistas que han ejercido su presencia en el parque, el que fue terminado de construirse en el año 1890 por el paisajista francés Guillermo Renner, el cual también es el diseñador de los parques Macul (1872), Bucalemu (1875), Santa Rita (1882-1885) y Lo Aguila (1890). El parque de la Hacienda Callejones sufrió, a través de su historia, importantes modificaciones como la realizada por el francés Gachelin en el año 1923, del cual entre sus creaciones destaca el Parque de las Majadas de Pirque (1910) y por el vienés Oscar Praguer en 1940, quien en 1930 proyecta el Parque Japonés junto al río Mapocho y pasa sin duda a ser el paisajista más cotizado de la época.
Como resultado de lo anterior, es la gran variedad de especies forestales exóticas, las que destacan encinos, robles americanos, sequoias, cedros, abetos y alcornoques, entre otras 40 especies de árboles. También podrá observar de la avifauna típica de la zona, y de animales domésticos propios del campo chileno.
La hacienda durante el proceso de Reforma Agraria (fines de la década del 60), pasó a ser administrado por la Corporación de Reforma Agraria (CORA) y durante años estuvo sin uso. En estas condiciones, gracias a la gestión de autoridades institucionales del movimiento Scout, la Hacienda Callejones pasa a ser parte de esta, quién hoy en día ha logrado transformarla en uno de sus centros con mayores visitas.
La misión del Campo Escuela Callejones, es ser un lugar en donde las actividades propias del escultismo, puedan ser ejercidas sin inconvenientes, y apoyar a los objetivos educativos de la Asociación de Guías y Scouts de Chile.
Además de utilizarse como lugar de campamento para los Grupos Scouts, se utiliza para la realización del Programa Nacional de Campamentos Escolares, que brinda la oportunidad única de vacaciones de verano a niños y jóvenes de alta vulnerabilidad social de la VI Región y Región Metropolitana.
- Fecha de publicación: 29 Apr 2008- Publicado por: administrador-

EL VALLE DEL CACHAPOAL, “CUNA DEL CHILE CLASICO”
Con el correr de los siglos coloniales en Chile – al igual que en el resto de América -, los Jesuitas alcanzaron una enorme influencia en la educación, la cultura y la economía locales.Transformando 55 haciendas en polos autónomos de agroindustria, cada una con su capilla, molino, herrería, curtiembre, en ellas se fundó una nueva cultura, orgullosa y mestiza, donde la música, la gastronomía y los atuendos son algunas de sus expresiones.Viñedos, artesanías y arquitectura expresadas en casas patronales e iglesias, son testimonio de este legado.

HITOS

• Hacienda Callejones: Familia Irarrázabal; Parque Renner, Praguer y Gachelin, grandes avenidas de cecuollas• Graneros: Hacienda, Iglesia La Compañía, Casa de Molino• Graneros: Maestranza Ovalle – Hodgkinson (casa patronal)• Graneros: Parque de Graneros, Familia Correa y Toro, Parque diseño Renner• Pueblo (plaza y Estación) de Graneros• Taller Gajardo (escultura)• Rancagua: Museo de la Patria Vieja y Casa de la Cultura.• Lo Miranda• Doñihue: artesanía aperos• Viña Santa Luisa• Coltauco

PARROQUIA SAN FRANCISCO DE SAN FRANCISCO DE MOSTAZAL


• En un sector de “mostazales” un grupo de hermanos franciscanos estableció un convento. Los habitantes pronto asociaron la localidad con su patrono, el Santo de Asís, y con el paso del tiempo surgió el nombre de San Francisco de Mostazal, dando paso a la creación de la comuna, en 1894.
• Corría 1856, cuando D. Pedro José Luco, como fruto de una misión, determinó apoyar la fundación de este convento en los terrenos de su hacienda. El amplio edificio que se construyó contaba con 19 celdas, tres claustros y templo de una nave. Hasta 1906, cuando el terremoto destruyó la iglesia y su torre, existió un templo “de una sola nave, pero bastante grande”, con torre. Una imagen de bulto –es decir de cuerpo completo o de candelero- de la Inmaculada presidía el altar mayor. Tenía tres altares más, dedicados al Calvario, a Nuestra Señora del Carmen y a Santa Filomena.


El 28 de diciembre de 1930 se bendijo la primera piedra del templo que hoy existe y pasaron 14 años, hasta que en 1944 se dio por terminada la obra.
• La parcela adyacente al primer convento se transformó en modelo de aprovechamiento de la tierra: árboles para madera y frutales, viñas, elaboración de vinos, fabricación de tejas y ladrillos, cercos, riego, etc.
• Por el inventario de 1885, podemos conocer las difundidas devociones al Santísimo Sacramento, al Niño Dios, a la Santísima Virgen, a San Francisco, San Antonio, San José. El Mes de María era celebrado con solemnidad, al igual
que la Semana Santa. Sin ser parroquia, prestaba los mismos servicios que en ellas y por este motivo en diciembre de 1933 el obispo de la nueva diócesis de Rancagua se proponía erigir allí una parroquia. No fue hasta 1965 que se erige la parroquia San Francisco de Asís .
• Desde 1923 y por un largo período, estuvo a cargo de la Provincia Franciscana la que instaló allí su Colegio Seráfico o Seminario Menor, dedicado prioritariamente a la formación de los futuros franciscanos.
• Algunas muestras de la preocupación de los frailes por la educación popular: según el inventario de 1885 se reserva en el edificio una sala dedicada a colegio; en la década del 2O, el P. Weiss abre una escuela gratuita para los niños del pueblo; en 1960, fray Hernán Álvarez abre la Escuela Técnica Femenina «Santa Clara»; en la década del 50 se admitieron en forma experimental algunos niños del pueblo para que allí aprendieran junto con los seminaristas sus primeras letras.
• Con el tiempo va diluyéndose la característica de seminario y el colegio empieza a ser aprovechado por familias que sólo buscaban un internado para sus hijos, ya que, al mismo tiempo, desaparecían los internados tradicionales de casi todos los colegios del país; y esto, tarde o temprano, lleva a la Provincia a asumir la realidad de que el Colegio Seráfico no albergaba vocaciones y que, llegado el fin de año, no había candidatos para pasar al noviciado. Así llegó su cierre.